El 11 de noviembre es, para los pueblos de la Commonwhealth en general y para los británicos en particular, una fecha muy especial. Es el dia del armisticio (de la I Guerra Mundial, en 1918) en el que rinden homenaje a sus caídos y lo hacen casi sin fisuras y sin distinción de edad, clase social o ideología política.
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Desde unas semanas antes la Royal British Legion vende, con fines benéficos, unas amapolas de papel o plástico que los británicos, y no británicos, prenden en su ropa como sencillo homenaje a aquellos que les defendieron en Flandes en 1914-18, en Europa o el Pacífico en 1939-45, o en Corea, Afganistán... El origen de las amapolas como símbolo de recuerdo a los caídos comienza en la Primera Guerra Mundial cuando, en los campos de batalla de Flandes, murieron más de un millón de británicos y sobre un campo desolado por la muerte brotaron, como canto de esperanza, las amapolas entre los cadáveres. Amapolas que acompañaron a los restos heroicos de miles de soldados británicos a las fosas que los colegiales británicos visitan en Holanda o Francia cada año. Ya en 1920 los británicos, de forma espontánea, comenzaron a lucir amapolas en sus ropas como homenaje a sus soldados.
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Desde unas semanas antes la Royal British Legion vende, con fines benéficos, unas amapolas de papel o plástico que los británicos, y no británicos, prenden en su ropa como sencillo homenaje a aquellos que les defendieron en Flandes en 1914-18, en Europa o el Pacífico en 1939-45, o en Corea, Afganistán... El origen de las amapolas como símbolo de recuerdo a los caídos comienza en la Primera Guerra Mundial cuando, en los campos de batalla de Flandes, murieron más de un millón de británicos y sobre un campo desolado por la muerte brotaron, como canto de esperanza, las amapolas entre los cadáveres. Amapolas que acompañaron a los restos heroicos de miles de soldados británicos a las fosas que los colegiales británicos visitan en Holanda o Francia cada año. Ya en 1920 los británicos, de forma espontánea, comenzaron a lucir amapolas en sus ropas como homenaje a sus soldados.
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Entienden que todos ellos hicieron su trabajo y lo hicieron bien, que dieron su vida por un futuro mejor para sus hijos. Hoy, The Sunday Times publicaba un chiste en el que se veía la estatua de un soldado británico, con la inscripción: "Murieron para que hoy pueda haber gente que no lleve una "poppy" (amapola) en su honor". Y esto es lo realmente grande del sacrificio que hicieron.
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Aparecen tendencias que, casi noventa años después, intentan modificar la tradición. Así existe una, bien que minoritaria, de llevar amapolas blancas, como deseo de paz perpetua evitando el rojo sangriento de la muerte.
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Michael Portillo, hijo de un exiliado republicano español y diputado conservador inglés, que, en su momento, se le vio como sucesor de Margaret Tatcher, decía en su columna de The Times que la amapola ha de ser roja porque sólo con sangre se gana la verdadera libertad ante enemigos como los que el Reino Unido derrotó durante el siglo XX. Y no le falta razón, por eso yo también llevé mi poppy en la solapa y por eso siento una sana envidia de los pueblos que saben honrar a sus muertos...
1 comentario:
extraño comentario te han hecho. por cierto, que cara de enfadada tiene la persona que esta miramdo hacia la foto!!!
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