
Sin duda desde ella más de una vez se avistaron navios ingleses que amenazaban nuestras costas y los galeones que venían de las Antillas, la España de Ultramar.
Cercana, se mantiene la Roca, Gibraltar como anacrónico territorio colonial en tierra hispana. Única mancha en mis relaciones emocionales con la vieja y noble Britannia.
Son tiempos de cambio, pero no a toda costa. Don Claudio Sanchez Albornoz, lo ha dicho mejor que nadie:
"Podemos desear los españoles esta o aquella victoria, el triunfo de tal o cual ideología, el afianzamiento de este o del otro sistema político o social. Pero no puede haber un español, digno de tal nombre capaz de escribir, sin sonrojarse que Gibraltar no es España. Y si hay alguno que pueda escribirlo sin sonrojo yo me tomo la libertad de sonrojarme por él, como español, liberal y en destierro" Sánchez Albornoz (1943): De Carlomagno a Roosevelt, Buenos Aires. Emecé. p. 104.
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